Soy anormal, en un mundo en que la verdad, todo parece ser igual.
Veo de colores cuando sé que los edificios, las calles e incluso el cielo es gris.
Sólo esto te digo, además de recordar que seguiré en movimiento.
Incluso si los otros se detienen.
Libradme del pesar, oh estimada conciencia, que los errores que he cometido no deben ser borrados, ni olvidados, sólo superados. Dadme esa lección que debeis entregar con cada caída, con cada golpe y regaladme vuestras esperanzas cuando creáis que he perdido las mías.
Me he de contentar al final del camino, pues allí es donde habré de ver mi preciado tesoro. He de documentar cada paso, valiéndome de esta adorada bitácora que he decidido escribir, y que ha de ser de conocimiento público, puesto que está en la naturaleza de su existencia.
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