inviernotibioveranosinsol

Inviernos tibioc y veranos sin sol, para esos amantes perdidos cuyos cielos se cruzaron entre tanto y tanto que al final no es ada, y sin una lluvia bajo la cual cobijar un abrazo, y sin un sol para tener atardeceres que ver, prometiéndose un amor que aunque no duraría, se mentía en un para siempre.
Aunque supieran que ese para siempre era falso, querían creerlo, porque para qué amargarse un día perfecto, un cariño intenso.

Para todos es vivir amargados o morir con sonrisas.