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Te extraño tanto, que no sabes cuanto.

Si tu estuvieras aquí, tendría otra razón para luchar por mí, pero es que eras uno de los pilares fundamentales de mi ser. Eras la alegría, la simpleza y la fascinación con la que todos deberían mirar al mundo.

Y no te tengo, y siento un vacío, y siento la debilidad que se apodera de mí cuando me ve sola.

Y nadie se da cuenta de que por dentro no estoy bien, que te extraño tanto como ellos lo hacen. Pero más aún porque se me va la vida entre la pena por tí y la pena por tí.

Porque a tí ya no te tengo, y en mí no puedo confiar.

Me ves?

Te fijas que estoy páliducha, débil, sin ánimos de nada, y con estos moretones raros?

Ves en lo que me he convertido? Soy una idiota, sabes?

Sabes que este es el único momento que tengo para sentir que hablo contigo, es el único momento en que siento que de alguna forma estás.

No te culpo de lo que me pasa, es que quiero que lo sepas, y quiero que sepas que sin tí nada es igual. Supongo que conservo la esperanza de que me retes y me digas que estoy mal, y me ayudes a salir.

Pero no estás aquí.

Y por otro lado, tampoco sé si yo estoy aquí conmigo.