switch

El terremoto ha cobrado una víctima fatal.
El adaptador para el cable de mi notebook ha muerto, víctima de la réplica que hubo anoche a eso de las... No sé, una de la mañana? Poco más quizás.
Sentí que iba a morir bajo el enojo de mi madre, sin embargo un pequeñito me hizo ver que todo tenía solución excepto la muerte, y que lo que importa no es como se vea sino que cumpla su funcionalidad.
Y ahora, después de unos veinte minutos de desesperanza, tengo a mi notebook cargando con un cable que vaya uno a saber como sirve, si queda una patita del cable afuera. Pero sí, mi notebook se está cargando, mi hermano se ríe porque lo miro y le digo que me salvó la vida, y yo estoy tranquila, porque a fin de cuentas, no fue mi culpa totalmente.