miércoles, 24 de febrero de 2010

into a feeling that's overwhelming me.

Por esa semana del 25 si no me equivoco, me fuí a la playa. Eso era bueno, porque tenía muchas cosas en mente que definitivamente quedándome en Santiago no iba a poder aclarar nunca.
Supongo que a muchos les ha pasado que piensan con el corazón y la cabeza al mismo tiempo y al final resulta todo mal y quedan mil preguntas sin responder.
Bueno, además, en la playa solía suceder que con mi prima comíamos cada cinco minutos, de preferencia comida chatarra.

Y sucedió que en la playa también, por las razones obvias, empecé a sentirme acomplejada por mis huesos esta vez. O sea, no sé si era algo mental o qué, pero tampoco me sentía comoda conmigo misma, aunque la verdad es que tomé la decisión sana, ejercicios.
Sucede que encontré el punto medio en el que yo me siento bien.

Pero el 29 de enero, por esas cosas de la vida, mi estómago se negaba a recibir algo. Es que, lo intentaba, pero lo único que recibía a cambio eran vómitos. Es que no podía retener NADA en el estómago, nada de nada. Ni comida, ni jaleas para los dolores de estómago, ni agua de hierbas, ni simple agua. Nada
Todo lo que tenía era un vacío en el estómago, dolor de garganta, dolores de cabeza y un dolor de espalda que hacía que los embarazos fueran la cosa más sencilla del mundo.
Lo restante, fueron esperar una pequela mejoría, suero y sales hidratantes. Ambas cosas asquerosas, a pesar de que la primera se recibe vía intravenosa, pero yo sé, siento que era asquerosa. Y que decir de las sales hidratantes... Sucede que, al vomitar todo, te haces un lavado de estómago gratuito, pero te ultra deshidratas, entonces, esas sales se hacen como jugo en polvo, pero son asquerosas.
El resultado de esos días en que no comí nada, no porque no quisiera, sino porque luego moría, fué que al estar tirada en una cama durante días, con un vacio increíble en el estomago y un dolor de espalda, fué que decidí no embarazarme y adoptar niños.
Bueno, de hecho sucede que bajé uno o dos kilos con eso, cosa que no estaba bien, si considerabamos que recién iba intentando subir de peso. Y sé que dos kilos suena bien extremo, pero es que vomitar todo y estar tres días con agua de mal sabor y estar casi una semana tomando sopas y comiendo pollo como lo más.. suculento de mi menú, no resulta favorecedeor para nada.
Y así terminó mi época de verano.
Bueno, no terminó ahí, pero... Fué lo más importante de contar, creo.
Luego todo sucede en Santiago nuevamente.

...Run, don't walk the sky is falling down!
Don't talk tonight. I'm so confused
I'm lost.

0 comentarios:

 

Blog Template by YummyLolly.com - RSS icons by ComingUpForAir