Y tú, que haces cuando le compras un regalo de cumpleaños a alguien que consideraste tu amiga, y al otro día te encuentras con que esa persona no quiere saber nada de tu vida?
Y tú, qué haces cuando esa amiga ya no te considera como tal porque tú no rompiste una promesa que ella misma te hizo hacer?
Y tú, como te sientes cuando descubres que de cierta forma te usaron?
Y tú, como te sientes cuando te das cuenta de que al final, todo fué para nada?
Y tú, en que piensas cuando recuerdas que no pudiste disfrutar o dar el cien en algo así como una relación, por miedo a dañar a alguien a quien a fin de cuentas no le importaste?
Yo, me siento como una idiota, pero estoy orgullosa. Orgullosa de ser una idiota que no rompe sus promesas, orgullosa de haber llorado al darme cuenta de las cosas. Orgullosa de saber que por tercera vez, no guardo rencor.
E idiota, porque debió haberme importado menos. Porque no encontré más palabras de consuelo para alguien que: Yo no te cambiaría por nada. Porque debí haber guardado rencor de la primera vez. Idiota, porque purpurina que siempre va a combinar con tu ropa no se le regala a cualquiera. Idiota, porque para mí, un esmalte de uñas verde fosforecente con corazones no se le regala a cualquiera.
Pero por sobre todo, orgullosa de poder sentirme como una persona que nunca quiso sacar beneficio de otra. Orgullosa de ser tan idiota que confié en ella plenamente. Orgullosa de no haber alcanzado a contarle que mi vida iba bien.
Don't wanna hear your sad songs, i don't wanna hear a thing!
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