to think that you will not be scared or surprised.

Bueno, llegando a Santiago, ya estaba todo bien.
Obvio que no es como que coma demasiado como antes, sino que ahora, a pesar de que me demoro y a veces tengo que hacerlo aunque no quiera, como.
Y no es como que me sienta gorda, sino que... Es mental, y yo tengo que trabajar para arreglar eso, porque creo que ahí estuvo la respuesta todo este tiempo, aunque, me ha pasado muchas veces que la respuesta obvia está frente a mis ojos y no puedo verla.
Supongo que todo era estética, un bajón del ego y algo así. Una decisión poco acertada, o una medida desesperada, si así se quiere.
Tal vez, hay veces en que no me da hambre durante largos tramos de tiempo, y me obligan a comer, y si me quedo sola... Lo hago. No es como antes que me quedaba sola y tiraba todo a la basura, fingiendo que nada había pasado. Increíble que hace como dos años pensé que eso era la acción más torpe del mundo y terminé usándola día a día.
Increíble como puedes ser tan imbécil de dañarte a ti mismo y de paso dañar a la gente que te rodea.
Pero esta vez ya no más. Nunca, nunca, n u n c a más una idiotez tan grande y tan poco digna.

Gracias a la Mary, por leer siempre. Eres una gran amiga, como una hermana, o una mamá a veces.
A la Loreto por pillarme volando bajo y hacerme prometer que empezaría a mejorar todo.
A la ConiShopi, porque aunque supo al último, estuvo conmigo y me abrazó y me hizo notar que tenía su apoyo.
Al Juan Pablo, por que aunque según él fué grosero (yo digo que no), igual me sirvió todo lo que me dijo.
A la Domi Pizarro, por simplemente ser ella y obligarme a comer yogurth hasta que me diera un coma diabético. Porque yo veo Tom & Jerry.
A la Natu, porque en la playa me metía la comida hasta por las orejas, y con un Come Chuchetumare, me hacía sentir bien. Gran prima.
A mi hermano, porque cuando estaba en la playa y yo acá, me llamaba todos los días para decirme que comiera algo.
A mi mamá por ser mi mamá.
A la Vale, porque a pesar de que ya no me habla ni nada, en su momento me ayudó harto.
A la Pepita, porque el día del paseo de curso me obligó a comer para no morir de vértigo.
A un sujeto que estuvo durante el peor momento en los que me mareaba cada cinco minutos y andaba con un ánimo de las re mil prostis.

& como diría Alesana: THIS IS THE END!