martes, 23 de febrero de 2010

Y nunca olvides que una sonrisa es la distancia más corta entre dos personas..

Al otro día de saber esa asquerosa noticia, me llevaron al hospital a ver a mi abuelo. Cosa que de todas formas había esperado que sucediera.
Pero, qué pasa cuando te enfrentas a la persona más alegre que conoces y esta está en cama, sin movilidad y nisiquiera te reconoce?
Cómo se supone que debería reaccionar al saber que no había vuelta atrás, que lo más que podíamos aspirar era una silla de ruedas, y el dolor de tener que eneseñarle todo de nuevo, a sus 80 y varios años, después de una vida de luchas, de altibajos, de trabajo.
Después de que toda su familia le diera la espalda. Después de ser criado por alemanes y luego autodenominado simplemente Chileno y de ningún otro lugar porque su familia jamás se preocupó de él. Después de que debiera trabajar toda su vida para tener una vida nisiquiera plena, sino... Regular.
y por sobre todo, después de haber perdido a un hijo, su hijo menor, que por esas cosas de la vida decidió suicidarse.
...Cómo podía alguien seguir adelante después de ver a su propio hijo ahorcado en uno de los árboles de su propio patio?
Eso, según yo, era una vida que debía ser reconocida.
Eso, según yo, era una razón para no seguir con mi tonto juego.
El hecho de que mi mamá había perdido a un hermano, a su familia, estaba perdiendo a su padre y ahora su propia hija estaba con problemas.
Porque... Después de todo, era una estupidez lo que me pasaba.
Era dejarse llevar por idioteces, vanidades y cosas que jamás he seguido.

Claro, eso lo digo ahora. Ahora que veo las cosas desde otro punto de vista, porque en ese momento, nisiquiera pensaba en comida, supongo que usaba la situación como excusa, incluso como distracción.

Porque además, nisiquiera pasaba en mi casa, pasaba entre el hospital, la casa de mis abuelos materos y la casa de mis abuelos paternos, entonces, la mayoría de las veces, a la hora de comer, estaba en el hospital, o en un auto, para ir a otro lugar.

Pensar que todo eso pasó un día viernes. Al otro día, mi papá estaba de cumpleaños, y a pesar de haber planificado una gran celebración, decidieron, por razones obvias, posponer todo. Y era obvio, nadie, ni él tenía ánimos de celebrar. Y el sábado, mi mamá empezó a ver trámites de servicios funerarios y todo eso, y... creo que nadie de la familia comió durante esos días. El domingo, no fué importante.

El lunes a las cinco de la mañana, llaman a la casa, para avisar que ya no había nada que hacer.
Sí, que mi abuelo, el único que lograba mantener a la familia unida, había fallecido.
¿Qué haces cuando algo sacude tu mundo de la peor manera posible?
Eso lo escribiré luego, todo lo que piensas en ese minuto, lo escribiré luego, en alguna otra entrada.

Bien, durante la semana que siguió, algunos días comía cada cinco minutos. Otros, no comía nada. Y nisiquiera pensaba en lo que hacía, no tendría sentido si me descompondría aún más el ánimo. Entonces, podríamos decir que Octubre fué el mes más perdido de mi vida.
Además, se sentía bien oír un: 'Estás más delgada' de vez en cuando. Aunque no fuera algo positivo en este caso.

0 comentarios:

 

Blog Template by YummyLolly.com - RSS icons by ComingUpForAir