luego venía el karma. Y yo.

...Para mis papás, la respuesta era obvia. Llenar el refrigerador cosa de que me dieran ganas de comer, cosa que, con muchi esfuerzo, intenté que funcionara.
Pero pasar de no comer nada de nada a intentar comer como persona normal, es algo bien difícil, que te hace mal.
Porque si comía cualquier cosa, el remordimiento de sentirse gorda llegaba a los cinco segundos, como algo que no podía evitarse, que yo ya no controlaba. O tal vez sí... Pero no sabía como.
Y llegó el final del año escolar, con algo que... Nunca habría esperado, supongo que son cosas que pasan en la vida y no te das cuenta y pienso en la canción de Glup!, esa: Ay, la vida! Dá tantas vueltas, no dejes que te atrape!
Pero no me desvío del tema, no viene al caso, según creo.
Vuelvo al punto. Esa cosa, de cierta forma ayudó bastante a intentar una mejoría en mi estado, no puedo mentir.
Y durante esa mitad de diciembre, casi toda mi familia sabía de mi estado, entonces era imposible que me escapara de comer, no había oportunidad. Pero reitero, que al comer me sentía gorda.
Y llegamos al 2010.

Enero empezó bien, con mi mamá sobretodo preocupada, pidiéndome que comiera, casi como si con eso le hiciera un favor. No podías sentirte bien con eso.

Enero comenzó con entrenamientos de cheer. Jamás en Ciclón había salido todo bien. En UPAC sí, y eso que estaba gorda.
ATENCIÓN, LECTOR: ese fué el primer llamado de atención de mi parte.
Y después de uno de esos entrenamientos, por primera vez, llegué a mi casa a comer. Fué un momento importante, supongo que un pequeño paso dentro de una graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan caminata, y contaba. Porque durante meses, primero retrocedí y luego me quedé varada.
Enero fué bueno.
Durante ciertos días, un trato con una persona me hizo pensar que sí podía revertir toda estúpida situación en la que yo misma me había metido, sin embargo, si lo pienso detenidamente, la mitad de eso fué por mí, por yo estar bien. Y la otra mitad fué por beneficio de la otra persona.
Soy de la generación que cree más en My Name Is Earl que en la biblia.

...Here it comes the last day of January.